La Orquesta del Royal Concertgebouw en el Teatro Colón : Matices sinfónicos

July 12 2013

La Rapsodia sobre un tema de Paganini (1934) de Sergei Rachmaninov fue la obra común a los dos programas presentados este año, que permitió por un lado conocer al brillante pianista ruso Denis Matsuev, pero también volver a percibir que la concentración de cada atril, la perfecta afinación y el justo equilibrio sonoro siguen siendo una marca distintiva de la orquesta holandesa. 

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Matsuev posee una técnica extraordinaria que le permitió afrontar sin dificultad la escritura virtuosística de Rachmaninov, pero también es un sensible músico para enfrentar los momentos líricos de la partitura sin caer en exageraciones. Esto se dio particularmente en el clímax de la obra, la célebre Variación 18, generando uno de momentos sobresalientes de su versión, que fue conducida por Jansons con precisión y haciendo aún más evidente los diferentes matices dinámicos y de carácter que posee cada variación. La velocidad fenomenal que el pianista y la orquesta impusieron a las variaciones finales mostró el preciso ensamble que lograron en esta exigente obra concertante.

Como bises, Matsuev ofreció dos piezas contrastantes para exhibir esa doble personalidad musical: “Octubre: Canción de otoño” de la Suite Las estaciones de Tchaikovsky permitió escuchar su musicalidad y sentido lírico, en una dinámica delicada y que fue coronada con un pianissimo casi imperceptible, en tanto que una improvisación propia de Matsuev de carácter jazzístico que combinó diferentes fragmentos de temas —desde Rapsodia en blue de Gershwin, Caravan de Duke Ellington hasta el de Paganini ya escuchado en la Rapsodia de Rachmaninov— y que fue coronada con la cabeza del tema de Libertango de Piazzolla, volvió a mostrar la furia interpretativa y la prodigiosa digitación del pianista.

Luciano Marra de la Fuente

editor@tiempodemusica.com.ar

Julio 2013

Tiempo de musica

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